Estadio de Beijing, organicismo conceptual


Fig. 1. Vista exterior

La pregnante volumetría general de este edificio, obra del estudio suizo Herzog y de Meuron, responde a una estrategia muy simple: optimizar las condiciones de visibilidad de los espectadores situando el mayor número de asientos en los sectores correspondientes a los lados largos del campo, los preferibles para la mayoría de los espectáculos deportivos al ofrecer una visión frontal. Esta configuración, que podría calificarse en un principio de forzada al realizarse incrementando el número de filas de asientos de forma progresiva (fig. 2), parece sin embargo la más lógica teniendo en cuenta que ofrece la mayor cercania al centro geométrico del campo, en contra de la configuración habitual consistente en disponer las mismas filas de asientos en todos los sectores, heredada de las obras civiles romanas.


Fig. 2. Incremento progresivo de filas en los lados largos del estadio

Esta circunstancia, unida a la orientación del estadio en paralelo a la avenida peatonal principal de acceso (paralela a sus lados largos), produce un efecto de acortamiento de estos lados largos, al tenerse predominantemente vistas en diagonal del volumen principal, así como una sensación de pérdida de referencia de la orientación, lo que dota al edificio de gran dinamismo y pregnancia (fig. 3).


Fig. 3. Vista exterior

El volumen exterior del edificio se sitúa sobre un plinto ligeramente peraltado en el perímetro de acceso, ganando altura para situar la primera sección de gradas por debajo de esta cota, al tiempo que se producen accesos en rampa descendente a su cota inferior (fig. 4). Estos accesos, junto al resto de la urbanización (fig. 5), responden a la geometría de red irregular (fig. 6) que configura todo el estadio, hasta en los más pequeños detalles (figs. 7 y 8). También las taquillas se sitúan en ámbitos excavados con accesos en rampa (fig. 9).


Fig. 4. Accesos en rampa a la cota inferior del estadio


Fig. 5. Accesos al estadio


Fig. 6. Accesos a la cota inferior de graderío


Fig. 7. Luminarias exteriores


Fig. 8. Acristalamientos de defensas


Fig. 9. Taquillas excavadas

Estos accesos al estadio en todo el perímetro por encima de la primera grada producen una sensación de apertura tanto desde el exterior (fig. 10) como desde el interior (fig. 11), y un ámbito público de gran interés en el que los distintos servicios tales como bares, consignas, tiendas o aseos se sitúan en continuidad con las vistas y usos específicamente deportivos.


Fig. 10. Accesos a grada inferior


Fig. 11. Accesos a grada inferior

Esta condición de continuidad visual en el plano de los accesos principales se extiende al diseño de las áreas de control de accesos y al vallado perimetral, de los que apenas se perciben más que las losas horizontales en forma de "L" (fig. 12).


Fig. 12. Áreas de control de accesos

Las escaleras de acceso a los niveles superiores de gradas se apoyan en la estructura diagonal de fachada, minimizando su presencia y facilitando su ejecución, al tiempo que los tramos en sentido contrario alternan según la misma lógica hacia el interior de la planta, quebrándose la diagonal estructural correspondiente hacia el interior de la fachada lo que aporta profundidad a la estructura (fig. 13 y 14). Las escaleras cuentan con quiebros en planta en cada uno de los descansillos que mejoran su funcionalidad al ser utilizadas por multitudes que reducen la visibilidad.



Figs. 13 y 14. Escaleras de acceso a gradas superiores

La cubricián de las gradas se resuelve con una superficie curva única de material textil ligero que oculta el canto de la estructura superior (fig. 15), mejorando la acústica y dotando a todo el espacio de unidad a pesar de su geometría variable, y que se despieza de acuerdo con la geometría general en red, hasta en detalles tales como la situación de la iluminación, que se retranquea hábilmente para enfatizar esta continuidad (fig. 16).


Fig. 15. Vista exterior de la cubrición de graderío


Fig. 16. Retranqueo de la iluminación en la cubrición del graderío

Las asientos se terminan en dos colores diferentes distribuidos gradualmente para emular la sensación de ocupación de las gradas con independencia del número real de espectadores (fig. 17).


Fig. 17. Gradación de la coloración de asientos

Jardines clásicos chinos, itinerarios simbólicos

Como se comenta en el apartado Jardines Japoneses, que heredaron sus características fundamentales de los chinos, éstos se fundamentan en la recreación de la naturaleza por medios artificiales, tal como trataré de explicar a continuación.

El profundo significado que la cultura china otorga a la naturaleza, tal como se apunta en los apartados sobre arquitectura y montañas sagradas, no podía más que aportar riqueza y contenido simbólicos a la jardinería china, escenario por excelencia para la expresión de su concepto de lo natural. Ya se trate de pequeños jardines privados o de enormes parques imperiales, el jardín chino trata de recrear en su seno los elementos naturales básicos tales como el agua, la montaña (fig. 1), los diversos paisajes, todo ello salpicado de toda una serie de elementos arquitectónicos de diverso tipo.


Fig. 1. Evocación de paisaje de montaña en el Jardín Yu (Yuyuan), Shanghai

Si bien en algunos casos se aprovechan los elementos naturales existentes, o se asumen como parte de las vistas en una práctica denominada "paisaje prestado" (fig. 2), en la mayor parte de los casos éstos se rediseñan de forma artificial (fig. 3) o se crean exnovo. También es frecuente que muchos de estos jardines sean remodelados, ampliados o complementados por propietarios consecutivos.


Fig. 2. Vista lejana de una pagoda de Jingmingyuan desde el Palacio de Verano, alrededores de Beijing


Fig. 3. Montaña artificial vista desde la calle en el Jardín Yu (Yuyuen), Shanghai

Los jardines se organizan fundamentalmente a través de itinerarios construidos (desde unas simples piedras colocadas separadas al tresbolillo hasta largas galerías cubiertas (fig. 4)), de los que debe existir al menos uno principal, que articulan todo el recorrido y van presentando las distintas escenas, como si de una obra de teatro se tratara. En esta importancia de la senda construida se pone de manifiesto, como sucede en el caso de las montañas sagradas, que el jardín es una creación cultural elaborada intencionadamente para ser percibida de una determinada manera.


Fig. 4. Galería Larga en el Palacio de Verano (Qingyiyuan), alrededores de Beijing

En estos itinerarios construidos se van incorporando todo tipo de elementos arquitectónicos tales como puentes, galerías, quioscos, pabellones, terrazas, diferentes pavimentos, rocallas (fig. 5), grutas, árboles y plantas, lagos, arroyos, etc. (fig. 6) a partir de una serie de estrategias de composición definidas que se iban depurando y formalizando a lo largo de la historia y que se recogían en tratados técnicos de extendida aplicación entre los profesionales, como es el caso del Yuan Ye (Construcción de Jardines) de Ji Cheng. Así, aunque pueda parecer que el diseño es libre y caprichoso, lo cierto es que en todos los casos se utilizan de forma recurrente estas estrategias compositivas comunes adaptándolas a las circunstancias y escalas particulares.


Fig. 5. Rocalla artificial disimulando acceso de servicio en el Jardín Yu (Yuyuan), Shanghai


Fig. 6. Pabellón Jiari en los Lagos Yanjing, en el Parque de las Colinas Fragantes (Xiangshanyuan), alrededores de Beijing

Una condición básica es que se se vayan sucediendo las distintas escenas con cierta agilidad, generando sorpresas, sin dejar tiempo, como si dijeramos, para que el visitante llegue a aburrirse; que las vistas del jardín cambien permanentemente a medida que se recorre y nunca se pueda tener una impresión de monotonía. En este sentido juega un papel fundamental el trazado tortuoso de estos caminos, describiendo trayectorias curvas (figs. 7 y 8) o zigzagueantes (figs. 9 y 10) en las tres dimensiones del espacio (fig. 11 y 12), y la incorporación de sucesos, elementos arquitectónicos, naturales, vistas, etc. de forma alterna (fig. 13).



Figs. 7 y 8. Aparición de escena con quiosco en camino curvo tras rocallas en el Jardín Imperial de la Ciudad Prohibida, Beijing


Fig. 9. Puente zigzagueante en el Jardín Yu (Yuyuan), Shanghai


Fig. 10. Puente zigzagueante en el Lago del Oeste (Xihu), Hangzhou


Fig. 11. Pabellón de los Cinco Dragones, Parque Beihai, Beijing


Fig. 12. Galería zigzagueante en el Jardín del Administrador Humilde (Zhuozhengyuan), Suzhou


Fig. 13. Recorrido zigzagueante en el Jardín del Maestro de las Redes (Wangshiyuan), Suzhou

Los elementos arquitectónicos se utilizan siempre como sucesos que incorporan nuevos usos o vistas y suponen un singularidad en el recorrido tanto al ser contemplados desde el exterior como cuando sirven de lugares de observación, lo que en ocasiones llega a explicitarse hasta el punto de que un puente es al mismo tiempo un pabellón (figs. 14 y 15).



Figs. 14 y 15. Puente-pabellón en el Lago del Oeste (Xihu), Hangzhou

Los lagos, estanques o arroyos artificiales tienden a reproducir los efectos naturales, buscando efectos de organicidad o la apariencia de continuidad por medios artificiales (fig. 16).


Fig. 16. Terminación de estanque en esquina evocando su continuidad en el Jardín del Maestro de las Redes (Wangshiyuan), Suzhou

Al combinar las configuraciones típicas de edificios en serie separados por terrazas y patios, que se ha comentado para la arquitectura en general, y las condiciones de una topografía pronunciada, resultan conjuntos arquitectónicos integrados en entornos paisajísticos (fig. 17) que sacan el máximo partido a estas circunstancias para generar itinerarios de un carácter escénico dinámico similar al deseado para los jardines (figs. 18, 19, 20 y 21). Estos conjuntos tienden a coronarse por elementos arquitectónicos sobresalientes, tales como altas pagodas, que constituyen hitos visuales tanto de su entorno inmediato (fig. 22) como del entorno paisajístico global (fig. 23).


Fig. 17. Cuatro Grandes Regiones en el Palacio de Verano (Qingyiyuan), alrededores de Beijing



Figs. 18 y 19. Recorrido por Cuatro Grandes Regiones en el Palacio de Verano (Qingyiyuan), alrededores de Beijing



Figs. 20 y 21. Recorrido en torno a la Torre de la Fragancia de Buda en el Palacio de Verano (Qingyiyuan), alrededores de Beijing


Fig. 22. Torre de la Fragancia de Buda en el Palacio de Verano (Qingyiyuan), alrededores de Beijing


Fig. 23. Pagoda Blanca en la Isla de Qionghua en el Parque de Beihai, Beijing

En otros casos las arquitecturas responden con mayor libertad compositiva a los requerimientos del terreno y a las intenciones escénicas (figs. 24 y 25).


Fig. 24. Casa Jianxin en el Parque de las Colinas Fragantes (Xiangshanyuan), alrededores de Beijing


Fig. 25. Composición de pabellones a ambos lados de galería en el Jardín Yuhuaxiu, en el Parque de las Colinas Fragantes (Xiangshanyuan), alrededores de Beijing

En la formación de la sensibilidad china por determinados efectos ha jugado un papel fundamental la influencia ejercida por la literatura y la pintura, que a su vez se han inspirado en determinados enclaves naturales singulares, frecuentemente imbuidos de sacralidad, tal como se ha comentado en el apartado sobre montañas sagradas. Así, predomina el uso de piedras angulosas, horadadas, formando composiciones escarpadas, de proporciones predominantemente verticales (26 y 27), o de árboles centenarios, inclinados, con troncos y ramas retorcidas, arraigados en recovecos rocosos de difícil acceso, tales como los que se pueden encontrar en estos entornos.


Fig. 26. Rocas en el Jardín Yu (Yuyuan), Shanghai


Fig. 27. Composición de rocas en el Lago del Oeste (Xihu), Hangzhou

De un modo similar a la evocación de paisajes naturales mediante recreaciones artificiales, determinadas escenas urbanas consideradas atractivas son recreadas en los jardines, como es el caso de la Calle Suzhou en el Palacio de Verano (Qingyiyuan) que el emperador ordenó construir tras su visita a esta ciudad del sur de China (figs. 28 y 29).


Fig. 28. Calle Suzhou, Palacio de Verano (Qingyiyuan), alrededores de Beijing


Fig. 29. Canal en Suzhou en su estado actual

Otra de las características de la jardinería china, que deriva de la condición simbólica que tienen todas sus manifestaciones culturales, es la frecuente alusión a pasajes ilustres de la literatura o la poesía, de una forma más o menos explícita. Así, es frecuente encontrar en los jardines frases e inscripciones o los propios nombres de los edificios (fig. 30) alusivos a los temas concretos tratados y que suelen responder además a una intención didáctica; referencias a las cinco montañas sagradas (fig. 31) o a diferentes mitos y creencias religiosas.


Fig. 30. Isla Anunciadora de la Primavera en el Palacio de Verano, alrededores de Beijing


Fig. 31. Composición de rocas alusiva a las cinco montañas sagradas en el Jardín del Administrados Humilde (Zhuozhengyuan), Suzhou

También se aprecia una intención moral, al utilizar intencionadamente las distintas especies naturales asociando metafóricamente sus cualidades a las virtudes humanas, tomando en muchos casos de nuevo referencias de la literatura clásica, tales como las Analectas (Lun Yun) de Confucio o el Libro de los Cambios (I Ching). Así, el pino se podría asociar a la nobleza y a la persistencia, el bambú a la rectitud y a la independencia, o la flor del ciruelo, que desafía al frío, a la pureza o a la inquebrantabilidad.

Una de las prácticas utilizadas frecuentemente es la de enmarcar desde los elementos arquitectónicos determinadas escenas singulares del jardín (figs. 32 y 33), que pueden ser a su vez otras arquitecturas, a la manera de escenas enfrentadas (figs. 34 y 35).


Fig. 32. Marco visual de una rocalla artificial favoreciendo su percepción abstracta en el Jardín Jingxin, Parque Beihai, Beijing


Fig. 33. Marcos en el Jardín del Maestro de las Redes (Wangshiyuan), Suzhou


Fig. 34. Jardín del Administrador Humilde (Zhuozhenyuan), Suzhou


Fig. 35. Escenas enfrentadas en el Jardín del Maestro de las Redes (Wangshiyuan), Suzhou

Estos marcos pueden ser más abiertos, como los de verandas o galerías (fig. 36), o más cerrados, en forma de vanos en muros (fig. 37). En ocasiones esta intención se pone en evidencia llegando a utilizar marcos dentro de marcos (fig. 38), o esculpiendo la misma celosía en forma de plantas o animales (fig. 39), lo que indica de nuevo la influencia mutua de las artes plásticas y las intenciones de recreación de la naturaleza que el jardín supone.


Fig. 36. Escena enmarcada en el Jardín Yu (Yuyuan), Shanghai


Fig. 37. Marcos en el Jardín del Administrador Humilde (Zhuozhengyuan), Suzhou


Fig. 38. Marcos dentro de marcos en el Jardín del Maestro de las Redes (Wangshiyuan), Suzhou


Fig. 39. Marcos dentro de marcos en el Jardín Yu (Yuyuan), Shanghai

Este gusto por la naturaleza idealizada, enmarcada o presentada en una visión frontal, se aprecia también en el gusto por los bonsais y su frecuente utilización en frentes visuales, en ocasiones en combinación con el uso de muros-pantalla (fig. 40), a los que nos hemos referido en el apartado sobre arquitectura.


Fig. 40. Bonsais frente a muro-pantalla en el Templo de Dai, Tai'an

Otra estrategia habitual es la de utilizar elementos intermedios que actúan como filtros que producen diferentes niveles de profundidad, enriqueciendo y falseando en cierto modo la percepción (figs. 41, 42 y 43).


Fig. 41. Galería que actúa como filtro espacial en el Jardín Yu (Yuyuan), Shanghai


Fig. 42. Jardín del Administrador Humilde (Zhuozhengyuan), Suzhou


Fig. 43. Filtros en el Lago del Oeste (Xihu), Hangzhou

Los límites del jardín o las particiones necesarias dentro del mismo se tienden a horadar mediante vanos, para aliviar su presencia y favorecer la ventilación y la iluminación (fig. 44), incorporando en ocasiones recortes abstractos del paisaje circundante o evocando de nuevo composiciones pictóricas planas (fig. 45). También se producen quiebros en los que se introduce vegetación y luz, lo que disimula la presencia del muro original (fig. 46).


Fig. 44. Vanos en muro en el Jardín Yu (Yuyuan), Shanghai


Fig. 45. Hueco en muro enmarcando bambúes en el Jardín del Maestro de las Redes (Wangshiyuan), Suzhou


Fig. 46. Zigzag junto a muro en el Jardín Yu (Yuyuan), Shanghai

Como es lógico, en muchas ocasiones estas operaciones se utilizan de forma combinada produciéndose curiosas distorsiones del espacio (figs. 47 y 48).



Figs. 47 y 48. Pasos intermedios en el Jardín Yu (Yuyuan), Shanghai