"... Creo en Dieste, arquitecto, ingeniero, artesano, carpintero, albañil..."


Fig. 1. Torre presbiterio de la Iglesia de San Pedro, Durazno

La obra del uruguayo Eladio Dieste, ingeniero de formación y arquitecto de espíritu, de forma similar a la de otros profesionales como Félix Candela, Pier Luigi Nervi o Frei Otto, se caracteriza por haber ofrecido, desde planteamientos estructurales innovadores, alternativas de gran interés a la fatigada arquitectura moderna de mediados del siglo XX. En el caso de Dieste, la aportación tiene además el valor de provenir del contexto latinoamericano -la mayor parte de su obra se localiza en Uruguay con algunas intervenciones puntuales en Brasil y réplicas tardías de sus iglesias en España- con limitaciones en recursos tecnológicos y mano de obra, que en lugar de ser un inconveniente se convierten en el terreno fundamental de sus investigaciones y logros.

Su obra destaca, como decíamos, por el uso innovador de técnicas estructurales y constructivas basadas en la cerámica armada, consistente en el uso combinado de la cerámica y el hormigón armado, que permite reducir enormemente las secciones, gracias al diseño de superficies estructurales que trabajan por forma, reduciendo el mínimo los esfuerzos y optimizando el diseño y el costo. Estos criterios dan lugar a las autodenominadas bóvedas gausas (fig. 2), que describen geometrías catenarias de flecha variable, lo que minimiza las flexiones locales haciendo que los esfuerzos predominantes sean los de compresión; o a las bóvedas autoportantes (fig. 3) que, además de lo comentado para las bóvedas gausas, trabajan de forma conjunta equilibrando sus propios esfuerzos. Todo ello construido, para el caso de las bóvedas, con pequeños bloques cerámicos con la cara inferior vista, a modo de pequeñas bovedillas, formando una retícula sin trabar que permite la existencia de nervios estructurales armados en el seno de la capa de hormigón superior; y con dos hojas de ladrillo visto rigidizadas por un delgado núcleo interior de hormigón armado (fig. 4), para el caso de los muros, que también tienden a conformar geometrías curvas variables o regladas (fig. 5) con el objetivo de mejorar su inercia.


Fig. 2. Bóvedas gausas en el Gimnasio del Colegio Don Bosco, Montevideo


Fig. 3. Bóvedas autoportantes en la Terminal de ómnibus, Salto


Fig. 4. Detalle de la Torre de agua en el Balneario Las Vegas


Fig. 5. Muros de geometría reglada en la Iglesia del Cristo Obrero, Atlántida

La cerámica armada ofrece muchas ventajas frente al hormigón (similar resistencia, mejor acabado, menor mantenimiento, mejores comportamientos higrotérmicos y acústicos, mayor ligereza, posibilidad de reparaciones puntuales, menor costo del material. etc.) pero es en los plazos de ejecución de obra donde se revela imbatible, al utilizarse encofrados desplazables por raíles que se reutilizan en las distintas secciones de la cubierta y al poder desencofrar en un plazo de horas gracias a la resistencia de las piezas cerámicas. Además, los paramentos verticales y torres se pueden realizar sin necesidad de andamios exteriores, sirviendo sus huecos para su colocación a medida que la estructura crece en altura.

Como en todo en la vida, uno puede llevar su profesión tan lejos como se lo proponga y las circunstancias se lo permitan; Dieste, "un ingeniero que se encontró con que al construir galpones, estaba haciendo arquitectura aunque no se lo propusiera...", como él mismo afirma, no se limita a calcular las estructuras convencionales que los clientes arquitectos de turno le encargan -la forma en que trabajan la mayor parte de los ingenieros de edificación- sino que extiende su trabajo al diseño total del espacio. Al tratarse además de espacios y programas relativamente simples, con escasos recursos financieros y pudiendo ser por lo tanto la forma (y el acabado) de la estructura su elemento fundamental, se comprenderá que el ingeniero se ocupe exitosamente de hacer las labores propias del arquitecto.

En sus procesos de diseño de la estructura cobra especial relevancia la fase previa de intuición y conceptualización de la forma, relegándose a un segundo plano la de análisis y cálculo, que en cierta forma sólo sirve para confirmar que el diseño formal es oportuno y que las secciones constructivas mínimas son suficientes. De hecho cada diseño se inscribe en un largo proceso de ensayo y evolución de tipologías que abarca numerosos proyectos y obras. De manera que estos procesos creativos traducen en cierta forma los procesos evolutivos naturales a los mecanismos de la inteligencia y la intuición humanas, en lo que a depuración y optimización de las formas se refiere.

Pero Dieste también lleva su profesión más lejos de lo que los ingenieros o arquitectos suelen hacer; algo que se intuye al visitar sus obras y al observar la devoción popular que provocan, y que confirma la lectura de sus escritos, en los que se contrapone la economía financiera a la autodenominada economía cósmica; se justifica la tecnología autóctona de sus obras como alternativa necesaria a la importada del primer mundo; se fundamenta su actitud creativa como única forma de evolución de la tradición; o se reivindica la sensibilidad innata de las clases populares frente al esnobismo del diseño culto o a la moda.

El Depósito Julio Herrera y Obes (figs. 6 y 7), situado en el puerto de Montevideo, es una de sus realizaciones en las que utiliza el sistema de bóvedas gausas formadas por arcos catenarios de flecha variable y lucernarios intermedios, asistidas en este caso por tensores, al apoyarse sobre la fábrica antigua, que se forró con una hoja de ladrillo nuevo. Esta circunstancia permitió separar la bóveda de borde del testero como si de un lucernario más se tratase.



Figs. 6 y 7. Depósito Julio Herrera y Obes, Montevideo

El Gimnasio del Colegio Don Bosco (figs. 8 y 9) en Montevideo también utiliza un sistema de bóvedas gausas con lucernarios intermedios, esta vez sin la necesidad de atirantamientos inferiores debido a su menor luz y a que la estructura de hormigón inferior absorbe estos esfuerzos.



Figs. 8 y 9. Gimnasio del Colegio Don Bosco, Montevideo

Tanto en la Terminal de Ómnibus (figs. 10 y 11) como en la Terminal de Ómnibus de la Compañía Turlit, Agencia Central (figs. 12 y 13), ambas en Salto, se utilizan sistemas de bóvedas autoportantes formadas por una serie de bóvedas de directriz catenaria que contrarestan sus empujes horizontales recíprocamente, y vigas losas extremas que absorben estos mismos esfuerzos trabajando como ménsulas, y que en el primer caso se prolongan en forma de "L" en una viga lateral, por motivos de contención espacial. Todo este sistema autoportante de cubrición se apoya únicamente en un pilar central por intercrujía, condición necesaria dados sus usos como estaciones de autobuses, lo que otorga gran espectacularidad al proyecto. Bajo las bóvedas se dispone en ambos casos un bloque de oficinas que se independiza de ellas en el primer caso y se aprovecha para arriostrar horizontalmente los pilares, en el segundo.



Figs. 10 y 11. Terminal de ómnibus, Salto



Figs. 12 y 13. Terminal de ómnibus de la compañía Turlit, Agencia Central, Salto

Similares tipologías de bóvedas autoportantes con vigas extremas para absorber los empujes horizontales y en algunos casos, vuelos, se utilizan en la planta industrial Refrescos del Norte, situada a la entrada de Salto (figs. 14, 15 y 16).



Figs. 14 y 15. Refrescos del Norte, Salto


Fig. 16. Marquesina de control de acceso de camiones en Refrescos del Norte, Salto

El edificio cuenta además en la planta primera con un área específica para visitas que ofrece vistas de las plantas inferiores a través de grandes balcones y lucernarios de color, sin alterar la funcionalidad cotidiana de la fábrica (figs. 17 y 18).



Figs. 17 y 18. Área de visitas en Refrescos del Norte, Salto

La fábrica cuenta con un depósito de agua (figs. 19 y 20) de tipología similar a la utilizada en el Balneario Las Vegas, del que trataremos más tarde, con similares criterios constructivos: pared aligerada de doble hoja cerámica y núcleo de hormigón, cúpula falsa o cónica, construcción sin andamios, etc.



Figs. 19 y 20. Depósito de agua en Refrescos del Norte, Salto

Cerca de la fábrica, en la principal rotonda de acceso a la población, se ha colocado, como un homenaje de la ciudad al ingeniero, la marquesina simple perteneciente a la Estación de Servicio Barbieri y Leggire (fig. 21).


Fig. 21. Marquesina perteneciente a la Estación de Servicio Barbieri y Leggire, Salto

En el Pabellón de Deportes en el Club Remeros Salto (figs. 22 y 23) situado en la costanera del Río Uruguay, se vuelve a utilizar un sistema autoportante similar, este vez con una sola bóveda y vigas losas extremas, lo que permite liberar de soportes las dos naves contiguas al espacio principal. De otra manera, esta vez con dos muros testeros de geometría variable, se consigue liberar espacio en planta en los fondos de la cancha, sin dejar de acordarse con las vigas de coronación que colaboran a absorber los empujes horizontales de la bóveda.



Figs. 22 y 23. Pabellón de deportes del Club Remeros Salto

La Iglesia del Cristo Obrero en Atlántida (figs. 25 a 28), cerca de la Ruta Interbalnearia que une Montevideo con el este, cuenta con muros de geometría reglada -concretamente conoides de directriz recta- que arrancan en línea recta y se van curvando progresivamente en altura, y una bóveda autoportante de directriz catenaria en el sentido transversal y ondulada en el longitudinal, con valles casi horizontales que alojan los elementos tensionados. En este caso se pone de manifiesto la importancia otorgada por Dieste a la intuición de la forma sobre el análisis que hemos comentado al principio: "Esta obra es un buen ejemplo de cómo se puede llegar a dimensionar una estructura con seguridad y economía con métodos no rigurosamente matemáticos. Su cálculo es inabordable analíticamente; ya la expresión matemática de la ecuación de la superficie es complejísima. Es sin embargo intuitivamente evidente que, durante la construcción, hay en la bóveda dos zonas... [...] ... no es entonces necesario un pleno dominio del régimen tensional para estar seguro de su estabilidad. [...] "






Figs. 25 a 28. Iglesia del Cristo Obrero, Atlántida

La iglesia cuenta con otros detalles dignos de mención, como una celosía de ladrillo y alabastro que aporta luz al coro al tiempo que genera un relieve en la fachada principal (figs. 29 y 30) y una capilla al lado del presbiterio con una entrada de luz en forma de pirámide truncada que genera un fondo de trompe l'oeil a la imagen de la Virgen de Lourdes, a la que está dedicada la capilla (figs. 31 y 32).



Figs. 29 y 30. Celosía en la fachada principal de la Iglesia del Cristo Obrero, Atlántida



Figs. 31 y 32. Lucernario de la capilla de la Virgen de Lourdes en la Iglesia del Cristo Obrero, Atlántida

El conjunto cuenta con una campanario (figs. 33 y 34) construido únicamente con ladrillo armado y peldaños prefabricados, también cerámicos, que funcionan como ménsulas empotradas. Como se comentaba al inicio, su andamiaje se pudo ir montando progresivamente en los aligeramientos de la fábrica a medida que el campanario se levantaba.



Figs. 33 y 34. Campanario de la Iglesia del Cristo Obrero, Atlántida

Similares planteamientos constructivos se utilizan en la Torre de Agua del Balneario Las Vegas (figs. 35, 36 y 37), situada a pocos kilómetros de la Iglesia de Atlántida, en la que se dispone un núcleo de hormigón armado entre las dos hojas externas de ladrillo, debido a su mayor altura y peso, y las superficies inferior y superior del depósito se resuelven con cúpulas falsas de ladrillo. Además de, o quizás debiera decirse a causa de, su lógica estructural y constructiva, en esta torre se puede percibir el refinamiento formal que caracteriza toda la obra de Dieste.




Figs. 35, 36 y 37. Torre de agua del Balneario Las Vegas

De la Iglesia y Casa Parroquial Nuestra Señora de Lourdes, en Malvín, Montevideo, sólo llegó a completarse la parte parroquial (fig. 38), de la que cabe destacar una serie de bóvedas perforadas que cubren la terraza del primer piso.


Fig. 38. Casa parroquial de Nuestra Señora de Lourdes, Malvín, Montevideo

De la iglesia, que pretendía envolver el volumen del templo antiguo para demolerlo posteriormente, de manera que se interrumpiesen lo menos posible los servicios litúrgicos, desafortunadamente sólo llegó a levantarse la torre presbiterio (figs. 39 y 40), en la que el espesor del núcleo de hormigón entre las dos hojas de ladrillo visto permite de nuevo evitar la utilización de andamiaje exterior, reduciendo así enormemente el costo de ejecución. Afortunadamente, el proyecto fue retomado con pequeñas variaciones en el Conjunto Parroquial San Juan de Ávila en Alcalá de Henares, que sí pudo terminarse y da una idea de lo que hubiese sido Malvín.



Figs. 39 y 40. Torre presbiterio de la inacabada Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes, Malvín, Montevideo

La Iglesia de San Pedro en Durazno (figs. 41 y 42), probablemente la obra menos diestiana del autor al no utilizar las habituales geometrías curvas de directriz variable, es sin embargo, y pese a sus limitados recursos, un ejercicio magistral de abstracción, contención e intensidad espacial y lumínica, en el que las estrategias estructurales se camuflan hábilmente.



Figs. 41 y 42. Iglesia de San Pedro, Durazno

La obra sustituye a una iglesia antigua que sufrió un incendio y de la que sólo se conservan la fachada y el atrio (fig. 43), a partir de la que se define una planta basilical de tres naves sin soportes intermedios, con refinados efectos perspectivos y rematada por una torre presbiterio (fig. 1).


Fig. 43. Atrio preexistente de la Iglesia de San Pedro, Durazno

Cabe de nuevo señalar la sensibilidad con la que se resuelven detalles tales como el encuentro entre la cubrición y las paredes laterales de la nave principal, el rosetón del testero trasero (fig. 44), los cortavientos de acceso (fig. 45) o los confesionarios (fig. 46).


Fig. 44. Rosetón en el testero de fondo de la Iglesia de San Pedro, Durazno


Fig. 45. Cortavientos en la Iglesia de San Pedro, Durazno


Fig. 46. Confesionarios en la Iglesia de San Pedro, Durazno

El Parador Ayui (figs. 47 y 48), en la misma costanera del Río Uruguay en la que se sitúa el Club Remeros Salto, aunque situado más lejos de la población, consiste en un pequeño espacio de planta cilíndrica que funciona como sala restaurante y un volumen adicional que alberga los elementos de servicio y una pequeña vivienda.



Figs. 47 y 48. Parador Ayui, Salto

La cubrición de la sala principal (figs. 49 a 52) y la memoria del proyecto son suficientemente ilustrativas de las preocupaciones proyectuales genéricas del autor para que podamos mejorarlas con nuestras palabras: "Modesto ejemplo de una idea fértil: una cubierta de grandes superficies circulares con una sucesión de conos. El flector producido por el vuelo hace innecesario el zuncho de borde, de otro modo indispensable, para absorber los empujes. La estructura global resulta de este modo autopretensada, no habiendo otras tracciones que las debidas a los flectores de la losa volada del alero."





Figs. 49 a 52. Sala y cubrición principal del Parador Ayui, Salto

Esta condición estructural permite que la cubrición se apoye en livianos soportes de acero que se integran en la carpintería de fachada provocando un efecto de ligereza de la cúpula muy refinado. Cabe mencionarse que la obra ha resistido el embate de las crecidas que suelen producirse más o menos cada diez años y que han llegado a alcanzar el nivel de la losa volada.

En el Centro Comercial en Montevideo (figs. 53 y 54), muy alterado por obras de ampliación posteriores y otros elementos añadidos, se utilizan en pequeña escala las bóvedas gausas de doble curvatura con lucernarios intermedios de otras obras (fig. 55), como cubrición de las galerías centrales, y muros de geometría reglada que absorben los esfuerzos horizontales de las bóvedas de cañón de cubierta.



Figs. 53 y 54. Fachadas del Centro Comercial, Montevideo


Fig. 55. Bóvedas gausas en el Centro Comercial, Montevideo

5 comentarios:

  1. que buenas fotos... se me ponen los dientes largos...

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  2. que impresionante!!!me encantan las obras de el, me encanta el como pede lograr algo que para muchos es miy poco posible y estructuralmente imposible!!aparte tengo que presentar un trabajo de el y esta pagina me salvo la vida!!!jajajajajajaja

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  3. la verdad que esta muy buena esta publicacion!!!!

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  4. Enhorabuena y gracias por esta información tan resumida y concreta. Un gran trabajo.

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  5. muy buen blog espectacular muchas gracias y muy interesante ,estoy haciendo mi tesis sobre esta y varias obras de dieste y sus metodos constructivos si alguien me puediera dejar informacion seria de gran ayuda correo adan.perez91@gmail.com

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