Clorindo Testa( )rudo


Fig. 1. Biblioteca Nacional de la República Argentina

El pintor, escultor y arquitecto argentino de origen italiano Clorindo Testa es autor de dos de las aportaciones más singulares de este país a la arquitectura del siglo XX: el Banco de Londres y América del Sur (junto a S.E.P.R.A, Sánchez Elía, Peralta Ramos y Agostini) (figs. 2 y 3) y la Biblioteca Nacional de la República Argentina (junto a Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga) (fig. 1).



Figs. 2 y 3. Banco de Londres y América del Sur

Encuadrados en el denominado Movimiento Brutalista, ambas obras responden a dos de sus características fundamentales: el uso de megaestructuras de gran escala que configuran los espacios y los programas principales, así como la imagen del edificio, en conjunción con los esquemas de circulación y el trazado de las instalaciones; y la "sinceridad" expresiva de los diferentes elementos arquitectónicos y materiales constructivos, destacando el uso del hormigón visto (béton brut) (fig. 4), del que el crítico Reyner Banham tomó el nombre del movimiento.

Fig. 4. Estructura de hormigón visto

El Banco de Londres, ocupado hoy por el Banco Hipotecario, consiste en una megaestructura formada por varios núcleos de comunicación principales y un sistema de fachada que protege los interiores del sol y dota al edificio de una imagen muy característica que lo hace destacar en la trama regular del Microcentro porteño (fig. 5).


Fig. 5. Fachada a la Calle Reconquista en el Microcentro de Buenos Aires

A partir de este volumen principal definido, tal como comentabamos genéricamente, por la estructura, se disponen una suerte de setas autoportantes con bandejas en voladizo y niveles adicionales colgados de la estructura principal, lo que genera ámbitos espaciales diáfanos y/o de gran altura junto a otros espacios más ordinarios, que se corresponden con las distintas categorías del programa de usos (fig. 6).


Fig. 6. Interior del Banco de Londres y América del Sur (fot. Julius Shulman)


Fig 7. Biblioteca Nacional

Similares presupuestos arquitectónicos se aplican en la Biblioteca Nacional (fig. 7), fruto de un concurso nacional de ideas ganado en 1962, que sin embargo no se inauguró hasta 1992, lo que da más valor si cabe a un proyecto de estas características en el agitado contexto político del país latinoamericano y da una idea de la testa( )rudez de Clorindo y sus asociados.

Con la contribución de Jorge Luis Borges, entonces director de la bibliteca, que convenció al presidente Arturo Frondizi de la necesidad de construir una nueva sede más adecuada que el antiguo edificio de la Calle México, se decidió destinar a la misma el solar que ocupaba el Palacio Unzué, en el que vivieron Juan Domingo Perón y su esposa Evita antes de que fuese incendiado en el golpe militar de 1955.

El edificio consiste fundamentalmente en un gran volumen rectangular soportado por cuatro "patas", como un gran gliptodonte, animal prehistórico autóctono, con el que Testa se complacía en compararlo, tema que también utilizó en su obra escultórica (fig. 8) y del que incluso se encontraron restos durante las obras de excavación en el solar.

Fig. 8. "Gliptodonte" de Clorindo Testa

De modo parecido a como se hace en el banco, esta megaestructura permite liberar la planta de acceso, generando un ámbito cubierto para eventos al aire libre, y organizar el programa en base a grandes espacios diáfanos y/o de gran altura contiguos a otros de menor entidad que sirven a los primeros (figs. 9, 10, 11 y 12). Así, a la primera categoría pertenenecen las grandes salas públicas de lectura y exposiciones situadas en las plantas impares, mientras la segunda la forman las salas de consulta y referencia, archivos y depósitos, situados en las plantas pares, en altillos que vierten a las primeras o en espacios interiores sin fachada.




Figs. 9, 10, 11 y 12. Vistas interiores de salas de referencia situadas en altillos sobre espacios diáfanos o de doble altura

Este rigor en el planteamiento y la coherencia de la estructura portante y el programa funcional del volumen principal del edificio no impide la libertad formal que se manifiesta en otros partes del edificio: las dos plantas situadas inmediatamente sobre el acceso, que se adaptan a los requerimientos de la administración del centro, la cafetería y terraza (figs. 13 y 14), y el auditorio (que cuenta incluso con un acceso exento específico para conferenciantes) (fig. 15); y la plataforma sobre la que se apoya el gliptodonte (fig. 16), que alberga la hemeroteca, la escuela de bibliotecarios y los variados accesos (fig. 17), rompiendo el esquematismo y la simetría del volumen principal.



Figs. 13 y 14. Cafetería y terraza situadas sobre el ámbito de acceso


Fig. 15. Volúmenes exentos del auditorio y el acceso de conferenciantes


Fig. 16. Plataforma de apoyo del edificio principal


Fig. 17. Rampa de acceso a la plataforma que sirve de base al edificio principal

Agradecemos a todos los integrantes de la Biblioteca Nacional, a la Asociación de Protección de la Biblioteca Nacional y especialmente a la profesora Susana Jurado por mostrarnos el edificio y facilitarnos información detallada del mismo.

1 comentario: