Mausoleos mogoles, el modelo es la excepción


Fig. 1. Bibi-ka-Maqbara, Aurangabad

El norte de la India, ámbito de extensión del Imperio Mogol, posee numerosos mausoleos (maqbarah) en los que los reyes invirtieron tanto empeño y recursos como en sus palacios o mezquitas. Llenos de referencias simbólicas a la cultura islámica, estos conjuntos cuentan con geometrías fuertemente centralizadas y consisten básicamente en un edificio central principal de planta octogonal o cuadrangular, que alberga el mausoleo, rodeado de un ámbito ajardinado cercado (fig. 2) (en referencia al paraíso o pairi daeza) dividido en cuatro cuadrantes principales (char bagh) por paseos frecuentemente elevados (fig. 3), que a su vez pueden estar divididos en paseos y cuadrantes secundarios.


Fig. 2. Tumba de Isa Khan, Delhi


Fig. 3. Tumba de Akbar, Sikandra

La necesidad de definir este ámbito separado se pone de manifiesto, aunque sea a través de una línea de palmeras, en la Tumba de Muhammad Shah en Delhi (fig. 4).


Fig. 4. Tumba de Muhammad Shah, Delhi

En correspondencia con los cuatro paseos principales se disponen edificios secundarios que tienden a respetar la isotropía cuadrangular del conjunto, con la excepción del acceso, que suele jerarquizarse sobre el resto con una arquitectura de mayor porte y que hace las veces de pórtico representativo (figs. 5 y 6).


Fig. 5. Taj Mahal, Agra


Fig. 6. Tumba de Humayun, Delhi

Estos edificios secundarios albergan mezquitas (fig. 7), casas de huéspedes y otros usos, a pesar de que el uso principal del conjunto sea el de albergar los restos del rey y de sus familiares. Esta asociación del uso de mequita con el de mausoleo se encuentra también en otros casos, como en el conjunto de Dada Hari en Ahmedabad (fig. 8).


Fig. 7. Mezquita en el Taj Mahal, Agra


Fig. 8. Mezquita y Mausoleo Dada Hari, Ahmedabad

El agua, en forma de estanques, fuentes, surtidores y canales, juega un papel fundamental en toda la composición, constituyendo los cuatro ejes principales indicados, en una refencia a los cuatro ríos del Jardín del Eden (fig. 9).


Fig. 9. Tumba de Humayun, Delhi

Se pone de manifiesto en todo el diseño la preocupación por definir un ámbito de naturaleza domesticada por el hombre, separada físicamente y opuesta a la naturaleza salvaje exterior, en el que el agua juega un papel fundamental no solo en términos funcionales, proporcionando el riego necesario para la vegetación, sino en términos simbólicos, representando el dominio del hombre sobre la naturaleza a través de sus conocimientos de ingeniería hidráulica, tan importante en el contexto geográfico y climático islámico.

El mausoleo propiamente dicho, tiende a consistir en una sala principal central rodeada de otras secundarias o de galerías perimetrales, que puede contar además con un podio terminado a su vez con galerías perimetrales (fig. 10).


Fig. 10. Tumba de Humayun, Delhi

Una característica general de estos mausoleos es la gran estaticidad de los distintos espacios, que normalmente no se relacionan entre ellos más que por estrechos pasillos. Del mismo modo, la relación entre el interior y el exterior se tiende a anular mediante el uso de celosías que se comportan como paramentos opacos desde el exterior (fig. 11) y producen una atmosfera lúgrube y solemne en el interior (fig. 12).


Fig. 11. Taj Mahal, Agra


Fig. 12. Tumba de Humayun, Delhi

Otra característica de estas arquitecturas, salvando la figuración correspondiente a su periodo histórico, es la gran abstracción formal, lo que se pone de manifiesto en la cuidada resolución de ciertos elementos singulares, como es el caso de las escaleras (figs. 13, 14 y 15), disimulando su presencia en la configuración general, lo que permite al tiempo eludir la representación de la escala humana.


Fig. 13. Tumba de Humayun, Delhi


Fig. 14. Tumba de Humanyun, Delhi


Fig. 15. Tumba de Akbar, Sikandra

Como caso particular, el conjunto puede situarse junto a un río, aprovechando esta circunstancia para abrir uno de los lados del jardín a las vistas (fig. 16), lo que unido a la situación del acceso en el lado opuesto, produce una direccionalidad del espacio que parece contradecir la isotropía cuadrangular general que caracteriza el tipo.


Fig. 16. Tumba de Itimad-ud-Daulah, Agra

Dada esta situación, parece lógico que la siguiente vuelta de tuerca fuese desplazar el mausoleo de su posición central al fondo de la planta (figs. 17 y 18), produciendo un efecto escenográfico que de nuevo se basa en la tensión producida por el citado desplazamiento. Paradójicamente, es esta estrategia compositiva la utilizada en la que se considera la cumbre de los mausoleos mogoles, el Taj Mahal, lo que demuestra que en ocasiones, la calidad de la arquitectura puede residir en la habilidad para romper con los esquemas heredados.


Fig. 17. Taj Mahal, Agra


Fig. 18. Taj Mahal, Agra

No hay comentarios:

Publicar un comentario